Desde hace más de 40 años el láser ha sido aplicado como herramienta terapéutica para infinidad de disciplinas médicas, con un éxito contrastado a través de innumerables casos clínicos.
La reciente aparición del láser de alto rendimiento o Clase IV y su aplicación en la terapéutica actual es un avance incuestionable respecto a todo lo realizado hasta ahora.
La fuente de luz en contacto con la piel desencadena una serie de respuestas fisiológicas. Las más importantes son:
Es la desencadenada por el calor liberado por la absorción de cromóforos como el agua, la melanina y la hemoglobina. Este calor genera una hiperemia que aumenta la oxigenación del tejido, el aporte de nutrientes, el drenaje y el aumento de la velocidad de las reacciones metabólicas.
Es la provocada por la síntesis de ATP que, a su vez, al restaurar la normalidad en la funcionalidad celular, repone al tejido la energía perdida.
Al incidir la luz en el citocromo C, se estimula la síntesis de ATP que, a su vez genera dos efectos: la normalización de las reacciones bioquímicas intracelulares lo que permite, la liberación en cantidades suficientes de sustancias como la histamina y serotonina, activa el transporte de membrana y normaliza el potencial de membrana.
-Rápida reducción del dolor.
-Reduce el consumo de antiinflamatorios y analgésicos.
-Altamente eficaz en un gran número de patologías.
-Permite recuperar el rango de movilidad y funcionalidad física.
-De fácil aplicación.
-Terapia no invasiva / no tóxica.
-Reduce la necesidad de soluciones quirúrgicas.
La terapia láser tiene un efecto info-edematoso ya que produce vasodilatación, y también por su capacidad de activar el sistema de drenaje linfático. Como resultado, se consigue una reducción en la retención de líquidos causada por la inflamación o el hematoma
La terapia láser tiene un efecto altamente beneficioso en los neuroreceptores encargados de recoger estímulos dolorosos y llevarlos al sistema nervioso central, bloqueando los nocireceptores y atenuando el dolor. La reducción del edema causado durante la inflamación sería otra forma de proporcionar analgesia mediante láser
La luz del láser incrementa significativamente la formación de nuevos capilares en los tejidos dañados lo cual acelera los procesos naturales de curación, epiteliza las heridas de manera más rápida y reduce el tejido cicatrices.
Los fotones emitidos por el equipo láser penetran profundamente en el interior de los tejidos y aceleran la reproducción y el crecimiento celular. La luz del láser incrementa la energía disponible para la célula de forma que pueda accederás rápidamente a los nutrientes y eliminar mejor los desechos celulares.
La terapia láser genera niveles más altos de oxígeno y de nutrientes para las células sanguíneas.
La terapia láser desbloquea los «tigger points» musculares y actúa sobre los puntos de acupuntura de una manera no invasiva proporcionando una rápida mitigación del dolor músculo-esquelético.
Enfermedad de Osgood-Schlatter
Rodilla de saltador
Neuropatia de Morton
Facitis plantar
Tendinitis de Aquiles
Tendinitis de bíceps
Tendinitis del manguito de los rotadores
Codo de tenista
Codo de golfista
Osteoartitis
Síndrome ITB
Bursitis
Estenosis espinal
Lumbocitalgia
Síndrome piramidal
Hernia discal
Dolores postulares
Esguince cervical
Cefaleas
Síndrome del túnel carpiano
Tenosinovitis de Quervain
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